Empatía, filing … da igual como se le llame.
Es tan sencillo como generar buen rollo, buenas vibraciones. Pondremos un ejemplo y veréis como es muy fácil de entender.
Alguien llama por teléfono a una empresa en que ¿por ejemplo se venden pisos de segunda mano?
Esa persona pregunta por un piso, situado en una calle donde ha visto el cartel.
La comercial muy agradablemente le indica que ese piso está vendido, pero que próximamente tiene otro que según las características que busca le puede encajar, se lo describe. El cliente bastante curioso, pregunta pero es un primero, pero … pero… a lo que dice que le han ofrecido uno muy cerca más barato. Poco más barato. Y sigue preguntando …
La comercial, le dice, porque es buena comercial, venga a verlo que ya verá como le gusta. Ella está segura de que le va a gustar porque es un bonito piso, acogedor como los que no hay en esa zona y además a buen precio. Por mucho que diga ese posible cliente que le han ofrecido uno algo más barato.
El cliente le dice que no quiere ir a ver ese piso y que si cambia de parecer le llamará.
A la mañana siguiente ese mismo cliente entra en la oficina, donde se encuentra la comercial anterior. En esa oficina hay tres mesas con tres comerciales, dos hombres y una mujer. La mujer situada en la primera mesa.
Si lo normal, por tendencia, es que la gente cuando entra en esa oficina, se dirijan a la primera mesa, salvo que sea una tía muy estupenda que prefiere sentarse con los señores, este señor, el cliente del supuesto anterior entra en la oficina y no para en la primera mesa, sino en la segunda y ya se sienta a comentar con el segundo comercial. Empieza a narrar lo que busca y la mujer al oir la historia, le dice: «Usted es Alfredo, yo hablé ayer con Ud. estaba buscando …»
Si si le dice el cliente, es verdad…
El cliente se va con el comercial-hombre y visita un piso que este le enseña, y ya será al segundo día cuando ese comercial cae en la cuenta de enseñarle el piso que la mujer- comercial le ofreció en el primer momento de la conversación y que dich cliente se negó a ver.
Cuando al final el cliente visita el piso ofrecido, le encanta y va a la oficina a reservarlo.
Fijaros si había sido fácil. En tan sólo cinco minutos, la comercial habilmente le había encontrado «su piso».
Pero por falta de empatía, filing, buen rollo entre ellos, no fue ella la que consiguió su venta.
Atención a las llamadas de téléfono. Nos jugamos mucho, hay que sonreir, y hay que saber llevarse al cliente a su terreno, porque sino tenemos la jugada perdida…
Laarticulofemenino's Blog 
¿Y por qué no fué esa primera comercial-mujer, que atendió esa primera vez a ese cliente por teléfono, que le comentó ya ese piso, la que siguió con él cuando fue a la oficina? Aunque no se sentase directamente en su mesa, era tan fácil como que el comercial-hombre, le hubiese dicho, pues sientese con mi compañera, que como ya estuvieron hablando, ella le comenta más pisos.
No sé Yolanda, pero no respeto la actitud del comercial-hombre. Yo no hubiese actuado así y las mejores compañeras que tuve en esa profesión tampoco, pero depende de la personalidad y conciencia de cada uno.
Es cierto, que las primeras impresiones cuentan mucho, pero al fin y al cabo al que tienes al otro lado no te conoce de nada, sin embargo un compañero con el que compartes muchas horas, te conoce perfectamente y tiene que saber lo que está bien y lo que está mal.
Un besazo guapa y ánimo que tu vales mucho!!
La comercial mujer que habló por teléfono se dió cuenta que había hablado con él cuando llevaba un rato sentado en la mesa con su compañero. Aquí no es como antes, que teníamos una secretaria que fiscalizaba las entradas de los clientes. Aquí es la guerra. Un besito guapa